martes, 12 de diciembre de 2006
Hombre imaginario
vive su vida imaginaria
de una forma imaginaria.
Y aunque a vista de los demás
no parece imaginario
el hombre imaginario
resiste
en su trinchera imaginaria
y libra batallas imaginarias
mientras recuerda
esas batallas
que lo hacían sentir menos imaginario.
Acaso de un lápiz y un papel
para nada imaginarios.
lunes, 11 de diciembre de 2006
Sufro
por eso sufro.
Pa’ que sepas que mi alma
aún habita este cuerpo flaco,
mi corazón todavía palpita
dentro de este pecho doliente,
y pesado.
Sufro entonces
para que cuando tú sufras
estés más cerca de mí.
¡Que más da!
Que más da en este mundo
Si las líneas de nuestro poema
tienen fragilidad grafítica
o solemnidad de tinta indeleble.
Si desde el azul cae este timbre
que reza por un folio inmaculado
para sellar nuestros destinos
y confinarnos al archivo universal,
para que si alguien quiere recordarnos
haga una cola de 9 a 2 de la tarde
en la ofícina cósmica de archivos y partes
y desempolve con sorpresa un folio
tildado con mina o pasta
y ahí comprenda
que eso da lo mismo
mientras nuestra vida...
se entienda.
¡Que más da!
¿Qué es el deseo?
Que es el deseo, dime,
penetra en mi cuerpo,
como ansían mis poros
fundirse con los tuyos.
Bebe de mi sangre,
agita mi corazón
como a un cascabel
sosten entre tus manos
la fibra de mis pulmones jadeantes,
enseña el camino prohibido
a mis manos.
Responde, cuerpo suave,
tibieza, delirio táctil,
pedazo de senos difusos,
caderas excitantes,
si respiro como tu respiras,
si me tocaras como yo te toco
como no vas a desearme.
Si acaso mis manos revelan
tu plenitud al recorrerte,
mis labios al reconocer cada uno
de tus benditos poros,
dime, ¡!por la cresta¡¡
y sin mentirme, ni mentirte,
si acaso fueras yo
no desearías tocarte,
abrirme tu cuerpo,
perder el control
hasta incluso darte miedo,
¡no¡, ¡no¡
para ti nadie reserva
esa dicha tan mía,
de saber
que nos dejaremos caer,
quebrarnos uno al otro,
derramar el agua
que contiene nuestra botella.
Déjame, ya basta,
¿si?, mejor guardate pa’ otro,
cuando ya sólo rías al recordar
tus miedos de esas noches,
y tal vez hasta rías al recordarme.
Cuando sólo queden sombras,
Destellos de lo que fuimos
para ti,
mi deseo y yo,
por ti,
cuando desees tú,
y me preguntes
a mí,
al sordo, el descontrolado
el de aquellas noches,
qué es el deseo,
y cuando seas flor, mariposa,
poema, verso y caricia,
en fin,
cuando valores esto,
cuando descubras
que hubo amantes... y yo
el loco, el sexo maníaco,
entonces, y sola ahí,
podrás desear, como yo te deseo,
amar, como te amo,
sin límites, sin peros,
a corazón y cuerpo,
desnudos,
con el alma una mano,
y el deseo de fusión
en la otra.
Pero hasta entonces,
Serás sólo una aprendiz
... pequeña, princesa mía.
Polvo cósmico
Este mundo flota, dicen,
y si flota...
¿no se lo estará llevando el viento?
Dime que olor tiene
este viento espacial
¿es algo especial?
acaso nos lleva de vuelta al centro
y con eso de las vidas segregadas
que es la moda,
te dejas ir
en la nube de polvo cósmico.
¿Cómo mierda afirmamos que flota?
entonces,
de hecho, ¿Qué podemos afirmar?
Ni siquiera el mundo está afirmado,
si flota entonces.
Nosotros seguimos
aferrados,
mientras el mundo
señaliza pa’ cambiarse de pista.
Poema del balance nº2
Ensayo letras para componer
esta sinfonía de encuentros y ausencias,
este grito mudo que declama
el poema que se escribe a cada minuto
entre tu mano y la mía,
entre la dulce tinta de tu corazón
y el lápiz que cargo en mi bolsillo.
Ensayo notas para escribir
o describir, o re-escribir,
o hasta des-escribir
nuestros dos años
con noches estrelladas
por un par de manos fugaces,
con días ardientes
como soles insolentes.
Entonces mi ensayo
tiene una trama bordada a sudor
y caricias,
bordada a risas
y llanto,
y la sinfonía suena pésimo
porque ningún músico puede
hacer un solo ... en el amor.
Luego te debo esperar
para que hagamos sonar juntos,
en silencio nuestro abrazo.
A Karina
Pequeña, ¿de donde saliste, pequeña?
eres acaso la semilla, pequeña,
que germina en mi corazón, pequeño,
o eres el rayo de luz, pequeño,
que ilumina tus ojos, mi pequeña,
dime tu, confiesa ya, eres mi pequeña,
o acaso día a día creces junto a mi amor,
creces junto a mí,
eres acaso, pequeña, gota de agua,
que empaña mis ojos, baña mi frente,
lava mis manos, recorre mi espalda,
ahoga mis pies, humedece mis labios,
me llueve el alma, me refresca corazón,
me nubla el pensamiento, agua mis penas,
limpia mis alegrías,
porque así es... entonces Te Amo...
pequeña mía.
Sincérate
No escribo para hacerte reír
con mi simulacro de poesía,
escribo para que palpes tus labios
mientras lees,
y recuerdes el sabor
a veces dulce a veces amargo
del dolor.
No te engañes hermano,
no es la alegría
lo que mueve al ser.
El hombre satisfecho
no mata,
sí el hambriento,
el fondo de nuestro dolor
es la alegría,
sí,
es la dicha de saberse vivos,
vivos y sufrientes.
Incrédulos
No creas en el hombre feliz
no creas,
sólo míralo,
recuerda cuando tu fuiste
hombre feliz,
y descansa,
sonríe,
yo te estaré mirando.
Coma mental
Estoy en un coma mental,
despierto y vivo
vivo la peor pesadilla posible,
me siento vacío,
y horriblemente conciente de mi coma,
mental y emocional,
y no despierto
y no vivo,
sino hasta que tu me sacudas,
desconéctame
del ventilador artificial de sueños,
fuerza a mis pulmones
a resucitar y moverse,
y moverme
déjame probar el aire
por mi mismo,
aunque muera en el intento,
ahogado por los vientos
aquellos vientos,
que hasta tu pelo peinaran,
y que hoy se pasan,
rebotando contra mi ventana
mi puerta,
mi corazón,
y no me dejan dormir...
ni descansar.
Desconéctame de esta máquina,
Que podría vivir en vano si no me ayudas.
El tráfico de mis sabanas
En el tráfico de mis sábanas
transitan mis mejores y peores angustias,
rebotan mis dolores preferidos
si me pierden los calcetines
y mis amantes,
dame esa fantasía...
la de los calcetines.
Los calcetines aparecen solitarios,
las amantes no,
esas ni aparecen,
en mis sábanas digo.
Voy a poner restricción de sueños,
alerta sexual,
preemergencia de cuerpos,
hoy no circulan en mi cama las morenas
sólo rubias terminadas en puntas de pies,
desnudas al lado de mi cama,
revisión técnica al día.
Genial soñar en el tráfico
de unas sábanas con mundo,
desde la superficie arrugada
de una medio traslúcidas,
más lúcidas que otra cosa,
entablando diálogos con la almohada
esa hada madrina de mis sueños,
que me llevó a volar en estas líneas
por otras sábanas.
Dormidos
Te dejo dormida
y un pedazo de mí yace a tu lado,
como este poema que sueña serlo,
sueña admitir que yace a tu lado.
Dormimos bien juntos,
y que mal dormimos solos.
Este poema yace a tu lado,
duerme, sueña, canta,
a tu lado,
y sabe bien cuales son tus sueños,
porque sin tus sueños
mi cama es dura,
sin tu calor mi cama es fría,
sin tu piel mi cama es áspera.
Entonces este poema
decide despertarte,
y yo despierto,
y palpo mis pieles,
mis huesos
y palpo tus pieles,
tus huesos.
Dormimos bien juntos,
pero que mal dormimos solos,
es que somos un sueño,
un poema,
un calor entre frazadas,
un suspiro náufrago,
una piel, un hueso, un dolor,
el dolor, aquel de sentirnos solos
solos y dormidos.
Des-pacito
Como un viento gentil,
como un susurro,
llega tu nombre a mi ventana,
despacito,
tan despacito
que casi no oigo,
entonces debo voltear mi oído,
y escuchar mi corazón,
allí,
quedó vagando tu suspiro,
Daniela,
sonaba así,
muy suave,
muy despacito.
Con dedicatoria
Déjame dedicarte este poema
no vayas a creer que mis alas de poeta por asalto,
perdieron sus plumas de pena
y cayeron pesadas desde lo alto
aplastando mi fúsil de plata,
dejando seco este cartucho
que delata quebrantos,
de voces calladas por amores
que no se elevaron.
Un disparo mudo,
como un trazo de plata y pinceles
que dibujan una pluma al viento enamorado,
sino de un plumaje nuevo y brillante
liviano como esos barcos de papeles,
que llevan lejos,
aquellos poetas olvidados.
Es acaso la humedad quien tiñe
los aletazos sordos del poeta asaltado
por una natural muda de plumas,
que definen,
el nuevo fusil cargado,
listo para volar por mares silentes,
rompiendo con un mensaje,
el poeta vuelve, tal vez enamorado,
con su plumaje en harapos,
pero sonriente.
Construcciones
Imagina una casa
esa casa es tu vida,
donde mierda deje las instrucciones
piensas,
¿acaso estarán en la guantera?
y sigues construyendo,
sin instrucciones,
construcciones.
Eso es el juego de la vida
levantar muros,
rencores,
levantar sueños,
ventanas,
idear pasillos y puertas,
morales y éticas.
Lograr articular un conjunto
lleno de humedades,
como esas casas de Copeva,
más llenas de corazón
que de cemento,
más impermeables al dolor
a la frustración,
que a la lluvia,
mejores construcciones acaso
o peores,
en las que el librito de instrucciones,
se extravió en tu bolsillo.
Atrévanse a crecer,
a enmendar pasos,
ladrillos, rencores,
abran la ventana,
el viento debe llevarse
lejos el sudor
de nuestras construcciones.
Con las manos cansadas
Con las manos cansadas
de acariciar la soledad,
con los pies agotados
de descargarse sobre el peso de esta edad
y aunque camine sobre cualquier pedazo de mundo
mis ojos náufragos buscarán siempre
un lugar donde asirse,
las manos de un cuerpo vagabundo,
una caricia arrojada,
unos pies al desvestirse,
un cansancio,
ese sí
profundo.
Algun día.
Algún día
escribiré un poema,
que todos recordarán,
y hasta entonces seré yo,
y desde ese día
ya no me perteneceré,
seré de todos los que me lean.
Dejaré de esconder mi sensibilidad
y mostraré mi pecho herido
flaco y huesudo,
pero bien hinchado
orgulloso de estar,
al fin,
vivo.
La aventura de un blog
Escribo desde hace muchos años, practicamente desde siempre.
Empezaré por tirar de un guascaso varios poemas que tengo guardados en el pc.